En plena disolución del Imperio romano, con los pueblos bárbaros atravesando las fronteras a miles, surge la figura de Hermerico, caudillo de los suevos, que llevó a su pueblo desde el Rin hasta la provincia romana de Gallaecia, donde se instaló y fundó un reino que perduraría algo más de 170 años.
Hermerico tenía el plan de encontrar tierras para su gente, como otros muchos caudillos, pero sabía que no podía competir con el poderío militar de los visigodos o los vándalos, así que usó otra estrategia, a base de fomentar buenas relaciones, tanto con Roma como con otros pueblos, y evitar las confrontaciones directas, consiguió llevar a los suevos hasta Hispania, y allí, tras negociar con el emperador romano Honorio, consiguió el rango de foederati, aliado de Roma, y se pudo instalar con todas las de la ley en Gallaecia.
A partir de ese momento, en el año 411, se convierte en el rey de Gallaecia, bajo el manto de Roma. Establece su capital en Braga, y empieza una política destinada a consolidar su poder, buscando mantener a Roma contenta, a la vez que iba asimilando a los propios hispanorromanos de la zona, aunque esto fue un tema de conflicto que se tardó en resolver.
Pero no todo podía ser de color de rosa, en el 419, los vándalos, famosos por su belicosidad, pueblo también establecido en Hispania y que rodeaba al reino suevo, empieza una campaña de expansión agresiva, con su rey Gunderico al frente, y atacan las fronteras suevas e intentan tomar la capital, Braga.
Hermerico se prepara para defenderse, pero los vándalos, junto con los alanos, otro pueblo, son más numerosos que ellos, y en la batalla de los Montes Nervasos, en El Bierzo, Hermerico y sus hombres son rodeados por sus enemigos, muy superiores en número, pero Hermerico había conseguido el apoyo de Roma, que le envía tropas al mando del general Asterio, el comes Hispanorum, que logra romper el bloqueo y empuja a los vándalos hacia el sur, hacia la Bética.
Hermerico, envalentonado por la ayuda romana, decide intentar expandir su reino, sobre todo hacia los territorios del norte que no están en su poder, y también haciendo cabalgadas bastante lejos de sus fronteras, en una de ella, consiguen derrotar al ejército vándalo, dejando aseguradas sus fronteras por largo tiempo.
Con el reino seguro, vincula a su hijo Requila al trono, mientras se ocupa del aumento demográfico de la población y la consolidación de una nueva aristocracia mixta que sea aceptada por todo el mundo. A la vez, se apoya en la Iglesia, consiguiendo gran influencia entre los obispos romanos asignados en la zona y asegurándose su apoyo y el de Roma.
En el 441 muere, dejando asegurado un reino, que perduraría hasta el 585, tras la victoria y asimilación visigoda de toda Gallaecia.
Alex, www.narcolepticos.com