El 8 de Septiembre de 1929, el vapor inglés S.S. Highland Pride sale del puerto de Vigo a las doce y cuarto de la noche con un cargamento mixto de pasaje y mercancías. Su destino era Las Palmas, antes de cruzar el Atlántico hacia Buenos Aires, su destino final.
De repente, en Baiona que el vecindario desperta alarmado por la potente sirena del transatlántico, que demandaba auxilio. Inmediatamente los hombres se lanzaron a la calle y marcharon a la playa, en la que se hallaba el ayudante de Marina, don José Rufo, quien dispuso que salieran a prestar auxilio todas las lanchas.
El S.S. Highland Pride acababa de embarrancar, en medio de una intensa niebla, en la Peña Negra, cerca de los Carallones, en la proximidad de Baiona, a la una y diecinueve minutos. No hubo que lamentar desgracias personales, pero sí la pérdida del buque.